Aprendizaje permanente en la sociedad del conocimiento. Esta es la premisa que subyace al término life long learning. De los métodos tradicionales a la nueva manera de transmitir y aprender los conocimientos. Se trata de nuevas habilidades de aprendizaje que se demandan en las organizaciones empresariales y en los entornos de la llamada industria 4.0 para ser más competitivos, para saber reaccionar ante una realidad cambiante. Pero, ¿Cuáles son esas nuevas habilidades? ¿Cuáles son sus características? ¿Será el futuro del aprendizaje?

Vivimos en un nuevo escenario económico e industrial, llamado 4.0, que tiene la digitalización como factor identificativo, impulsor y disruptivo. La transformación hacia nuevos modelos es una constante y la formación es un factor crítico. Se diseñan nuevas fórmulas de aprendizaje y se fomentan nuevas habilidades. Desarrollar estas competencias en los directivos y profesionales figuran entre los objetivos de nuestros programas de desarrollo PLT.

¿Qué es life long learning?

El life long learning más que una definición engloba una aptitud, una habilidad.  Literalmente, es aprendizaje a lo largo de la vida, pero se refiere a la capacidad para seguir formándonos y aprendiendo constantemente. Comprende todas las actividades formativas que incorpora una persona y que le hace mejorar sus competencias profesionales, pero también las personales.  Y, sin lugar a dudas, mejorar su empleabilidad.

La principal diferencia con respecto a la educación tradicional es que el life long learning es voluntario y tiene como base la motivación del estudiante. El objetivo es la mejora personal continua y es el propio estudiante el que elige en qué seguir formándose.

Imagen de Wokandapix en Pixabay

Sus principales características son:

• Aprendizaje apoyado en las nuevas tecnologías, que brinda la posibilidad de aprender en cualquier momento, en cualquier lugar y con diferentes formatos, como los  MOCC ( Massive Open Online Course), webinars, etc.
• Aprendizaje Personalizado, a medida de las necesidades y capacidades del estudiante, de las organizaciones, de las empresas, etc.
• Aprendizaje basado en quien aprende y no tanto en quien enseña.
• Aprendizaje basado en el descubrimiento, la experiencia de campo, la obtención de habilidades del mundo real.

Un nuevo paradigma de aprendizaje

La idea de  la Universidad como etapa final de la formación se ha visto superada por el contexto actual. La transformación acelerada en la que vivimos impone la actualización de conocimientos no sólo a los profesionales, también a las organizaciones.

La idea de formarse permanentemente, life long learning, supone un nuevo modelo, un nuevo paradigma de aprendizaje, en el que nunca se deja de aprender.  Hoy más que nunca la formación determina la competitividad de las empresas y la potencial empleabilidad de las personas. Para algunos expertos, la habilidad para adquirir conocimientos es una de las más demandadas por las empresas, haciendo referencia a un nuevo término “learnability”.

Para las personas, este nuevo modelo de aprendizaje les aporta un mayor valor en el mercado, ya que constituyen perfiles más atractivos en el mercado laboral. Son perfiles más capacitados para adaptarse a los cambios y para tomar decisiones en situaciones de alta variabilidad.

Para las empresas contar con programas de formación constante significa un factor de competitividad y de actualización a los requerimientos del mercado.  Beneficios, por tanto, organizacionales, personales y económicos.